Prensa Centro Vasco
jueves, 27 de octubre de 2011
miércoles, 12 de octubre de 2011
miércoles, 29 de junio de 2011
PRENSA ZAZPIRAK BAT
A través del blog que realizamos, intentamos acercarnos a las actividades que se fueron llevando a cabo en el centro vasco Zazpirak Bat. Comprender no sólo su historia sino también todas las labores que desde allí se llevan a cabo, intenta dar a conocer esta cultura que enseña de manera continua.
Nuestro objetivo de aquí en más es continuar la línea de difusión de las actividades desarrolladas desde la institución y cubrir todo lo referente a los preparativos de cara al centenario venidero, ya sea desde el medio radial, televisivo o escrito.
Nuestro objetivo de aquí en más es continuar la línea de difusión de las actividades desarrolladas desde la institución y cubrir todo lo referente a los preparativos de cara al centenario venidero, ya sea desde el medio radial, televisivo o escrito.
PALABRA DE VASCO
Honra de descendiente
Un hombre ligado al Centro Vasco con la firmeza que lo avala de cincuenta años dentro, Luis Barrandeguy aseguró haberle dado todo lo que se le ha ocurrido para demostrar que el vasquismo está presente. Con el fervor y el entusiasmo que lo caracterizan se comprometió con un proyecto radial que, en la actualidad, brinda información sobre las actividades que realiza el Zazpirak Bat de Rosario.
¿Cuáles fueron sus comienzos en el Centro Vasco de Rosario?
Mi padre me llevaba siempre a la fiesta de San Ignacio y celebrábamos por la mañana la misa en María Auxiliadora y desde allí nos encaminábamos a la plaza Guernica junto a los del cuerpo de baile que iban danzando por la calle y los acompañábamos. Empecé a asistir por las tradiciones que llevan a unirte, frecuentar un lugar en donde vas aprendiendo el idioma, las usanzas, las tradiciones, las actividades deportivas como pelota paleta, todo lo que te demuestra que es la estirpe vasca.
¿Cómo fue su paso por la Comisión Directiva?
Comencé participar en la Comisión hace ocho años como Presidente, pero antes había realizado tareas en la vicepresidencia y también como Vocal. En ese momento traté de devolverle al Centro Vasco lo que me había dado durante tantos años.
Sin duda es mi segundo hogar. Recuerdo que mi padre me llevaba a practicar deportes, en su momento lo hice con mis hijos y del mismo modo a mis nietos.
Y la cultura vasca es una de las cosas que trato de descubrir sabiendo nuestras descendencias. Uno hereda las costumbres que hacen a la cultura y siento que mi segunda patria es Euskadi.
¿Cómo fue el proyecto radial “Palabra de vasco”?
La radio se impulsó cuando pensamos en difundir la cultura vasca, antes lo hacíamos a través de la página web, que aún está vigente. En la actualidad el programa se difunde en radio Libertad donde divulgamos las actividades del centro y comentamos lo que sucede en el país Vasco. Es un medio que nosotros llevamos a cabo porque necesitamos que todos sepan lo que es ser vasco y el fervor que sentimos por la patria de nuestros mayores.
¿Qué es para usted ser vasco?
Todos los que participamos en el centro te pueden decir que realmente no se ha visto otra cultura en la cual se sienta con tanta devoción y aferrados a esto con tanto idealismo. Por ejemplo cuando se estaba remodelando la plaza de Guernica, había un viejo roble, traído del país vasco, el cual las topadoras de la municipalidad lo secaron y lo que hice fue llevármelo y trozarlo para que todos puedan tener un pedacito de ese tradicional árbol. También un escultor realizó un fuste en madera donde está la escultura que se ve en la actualidad, era el viejo roble que se había secado.
¿Cuáles son las ideas que mantiene por el festejo del centenario?
El lema actual es: “Rumbo al 2012” prepararnos para que viva el Zazpirak Bat de Rosario una fiesta permanente y cumplir estos 100 años con la fuerza que lo mantienen todos los que estuvieron y los que se encuentran hoy.
¿Está orgulloso de lo que ha ido consiguiendo el Centro Vasco y de su participación?
Siempre traté de darle todo lo que se me ha ocurrido para demostrar que el vasquismo está presente y es muy ligado a nosotros. Con los pequeños actos que uno iba haciendo o apoyaba es manifestar lo que es ser vasco.
ENTREVISTA DE PERSONAJE
Bailar con la sangre
Micaela Bereciartua, bailarina de 20 años y actual directora del cuadro de baile del Centro Vasco, opinó acerca de su vinculación con la institución. Fiel a la tradición, comenzó a moverse al ritmo de la cultura a sus tres años. Hoy, adulta y afianzada en sus elecciones declaró: “Es muy valorable que un lugar como el Centro Vasco siga en pie y como hace cien años todos los que pertenecemos a él tengamos la misma razón de compartir, colaborar, aprender y enseñar”.
El Centro Vasco es mi segunda casa, el lugar donde me crié y conocí a la gente que ahora son mis hermanos. Es un lugar que muchas veces me genera problemas y frustraciones, pero cuestiones naturales y típicas de todo grupo, aunque simultáneamente es el espacio que más gratitudes me trae que ninguno.
¿Cuál es la fecha más importante o significativa para el cuadro de baile y por qué?
Para mí, la fecha más importante del año para el cuadro de baile es la Semana Nacional Vasca-Argentina, un encuentro de dantzaris de todo el país. Allí no sólo te encontrás con tus amigos de los otros centros vascos sino que también se realiza un teatro donde cada centro presenta un baile que prepara durante todo el año. Es muy gratificante.
¿Cómo se manejan con el centro vasco y cuál es su vinculación con la comisión directiva?
El Centro Vasco recibe una subvención del gobierno vasco y una cuota mensual que paga cada socio. Ese dinero es fraccionado por la comisión directiva y utilizado para mantener el edificio, pagar las cuentas, contratar transporte para viajes del cuadro de grandes o de txikis, comprar lo necesario para las actividades que se realizan, entre otros gastos.
Además, la comisión se encarga anualmente, entre otras cosas, hacer el justificativo de la subvención con todos los comprobantes de cómo se utilizó el dinero y de eso depende la cantidad de dinero que manda el gobierno, siempre con un límite.
¿Qué siente al haber sido elegida directora del cuadro?
Es un honor que me hayan elegido como directora, ya que significa que la comisión directiva tiene la confianza en que lo voy a poder hacer, o que por lo menos voy a hacer todo mi esfuerzo para que las cosas mejoren día a día. Personalmente fue muy reconfortante ya que vengo de una familia en la que todos fueron directores del cuadro. Además, me resulta placentero poder retribuir un poco de todo lo que me dio el centro vasco durante mi vida.
¿Qué significa para usted que el año que viene se cumplan cien años del Zazpirak Bat?
Para mí es una fecha muy importante para una institución como la nuestra, la cual nació del simple hecho de tener un lugar de reencuentro para los inmigrantes.
Nuestro Centro Vasco es uno de los más antiguos del país y, después de tantas generaciones, todavía siguen vivas las tradiciones en cada una de las personas que lo integran.
Después de tantos años transcurridos, crisis, golpes de estado, problemas personales e institucionales y muchas cosas más, creo que es muy valorable que un lugar como el Centro Vasco siga en pie y como hace cien años todos los que pertenecemos a él tengamos la misma razón de compartir, colaborar, aprender y enseñar.
Es una sensación muy reconfortante que hayamos logrado llegar a vivir por tanto tiempo y espero, y estoy casi segura, que los que vengan después de nosotros seguirán trasmitiendo y viviendo nuestra cultura durante mucho tiempo más.
¿Qué significa para usted el Centro Vasco?
El Centro Vasco es mi segunda casa, el lugar donde me crié y conocí a la gente que ahora son mis hermanos. Es un lugar que muchas veces me genera problemas y frustraciones, pero cuestiones naturales y típicas de todo grupo, aunque simultáneamente es el espacio que más gratitudes me trae que ninguno.
¿Cuál es la fecha más importante o significativa para el cuadro de baile y por qué?
Para mí, la fecha más importante del año para el cuadro de baile es la Semana Nacional Vasca-Argentina, un encuentro de dantzaris de todo el país. Allí no sólo te encontrás con tus amigos de los otros centros vascos sino que también se realiza un teatro donde cada centro presenta un baile que prepara durante todo el año. Es muy gratificante.
¿Cómo se manejan con el centro vasco y cuál es su vinculación con la comisión directiva?
El Centro Vasco recibe una subvención del gobierno vasco y una cuota mensual que paga cada socio. Ese dinero es fraccionado por la comisión directiva y utilizado para mantener el edificio, pagar las cuentas, contratar transporte para viajes del cuadro de grandes o de txikis, comprar lo necesario para las actividades que se realizan, entre otros gastos.
Además, la comisión se encarga anualmente, entre otras cosas, hacer el justificativo de la subvención con todos los comprobantes de cómo se utilizó el dinero y de eso depende la cantidad de dinero que manda el gobierno, siempre con un límite.
¿Qué siente al haber sido elegida directora del cuadro?
Es un honor que me hayan elegido como directora, ya que significa que la comisión directiva tiene la confianza en que lo voy a poder hacer, o que por lo menos voy a hacer todo mi esfuerzo para que las cosas mejoren día a día. Personalmente fue muy reconfortante ya que vengo de una familia en la que todos fueron directores del cuadro. Además, me resulta placentero poder retribuir un poco de todo lo que me dio el centro vasco durante mi vida.
¿Qué significa para usted que el año que viene se cumplan cien años del Zazpirak Bat?
Para mí es una fecha muy importante para una institución como la nuestra, la cual nació del simple hecho de tener un lugar de reencuentro para los inmigrantes.
Nuestro Centro Vasco es uno de los más antiguos del país y, después de tantas generaciones, todavía siguen vivas las tradiciones en cada una de las personas que lo integran.
Es una sensación muy reconfortante que hayamos logrado llegar a vivir por tanto tiempo y espero, y estoy casi segura, que los que vengan después de nosotros seguirán trasmitiendo y viviendo nuestra cultura durante mucho tiempo más.
SENTIMIENTO VASCO
La historia de un fanático
Está en el Centro Vasco desde el año 1953. La primera vez que lo pisó fue cuando se inauguró el nuevo edificio, el actual, ubicado en calle Entre Ríos 256. Tenía solamente ocho años. La descendencia vasca viene por parte de su familia paterna. Felipe Eyheraguibel conoció el Zazpirak Bat por medio del lechero que invitó a su familia a participar en la institución y les habló de la misma. A partir de allí, ésta marcó su vida.
“En ese momento no se realizaban muchas actividades", explicó Ruly, como le dicen sus amigos, "pero más adelante entré al grupo de danzaris de chiquis, tenía nueve años en ese momento” y agregó: “Mi papá empezó a ir para llevarme y se fue haciendo amigo de la gente y comenzó a participar de la comisión directiva”.
Su mamá era hija de italianos y su papá de vascos. “Siempre nos contaban que éramos vascos pero no mucho más”, recoerdó Felipe y reconoció que se fue interiorizando en el tema por decisión propia. “Empecé a buscar en libros y después hablando con la gente que había en esa época, que pensábamos más o menos iguales, y así continuamos”, dijo y explicó: “En aquel momento estaba Franco, que estuvo hasta el año 1975, así que había efervescencia política en todos los centros vascos, especialmente en el de Rosario, que era muy patriota, muy aberzale”.
Su caso es particular, porque la mayoría de los chicos que concurren al Zazpirak Bat, son llevados por sus padres, los cuales les inculcan los conocimientos relacionados a la cultura y la historia del País Vasco, pero Felipe entró en el mundo del conocimiento por decisión propia. “Cuando fui más grande iba con frecuencia a la biblioteca, la revolvía, me llevaba libros, leía y empecé a averiguar la razón de ser del Centro Vasco”, explicó y amplió: “Me interesaba mucho la historia y el por qué de ser vasco”.
En su juventud, Felipe quería que la gente también aprendiera qué significaba el ser vasco. Entonces, en el año sesenta, formó junto a sus amigos del Centro Vasco la sucursal de un movimiento patriótico que había en el País Vasco, llamado Egui, que era la juventud del Partido Nacionalista Vasco. “Tratábamos de hacer actividades, difundir el vasquismo, tanto en jóvenes como entre los mayores, porque muchos tenían las ideas confundidas por la propaganda españolista y francesa. Nuestra idea era despertarle ciertas cosas, entonces entregábamos panfletos en las fiestas, hacíamos posters, vendíamos banderas”, recordó Ruly.
Del grupo de danzaris de chicos pasó a los grandes y cuando cumplió 18 años se hizo socio del centro y sin más, al año siguiente, entró en la comisión directiva como vocal suplente. Le interesaba mucho la política. Tal es así, que fue presidente durante ocho años del Zazpi y anteriormente secretario. En la actualidad sigue participando en la misma y es uno de los socios más importantes y destacados de la institución. Fue presidente de FEVA, Federación de Entidades Vascas en Argentina, durante dos años. También secretario de esta institución mucho tiempo. “En FEVA estuve muchos años, siempre fue un tema que me interesó”, reconoció Eyheraguibel.
Felipe explicó que el Centro Vasco de Rosario tiene una historia muy particular desde el nombre, porque muchos otros tienen otro tipo de nombres, como ser: Buenos amigos, Centro vasco del sur, Colectividad vasca de tal lugar. “Pero nosotros directamente tenemos un nombre político, que se llama Zazpirak Bat y significa a las siete, una; las siete provincias vascas, una nación”, concluyó.
“El tema vasco evolucionó mucho y está mucho más admitido que en aquel momento en que empecé a participar. Esto ahora está bastante aceptado, somos lo que somos, un pueblo singular y ya la gente conoce del tema. Se puede usar el nombre Euskadi ahora, que antes no se podía. Los vascos pueden hablar su idioma, anteriormente reprimido; pueden usar los colores de la Ikurriña, la bandera vasca. Políticamente se ha avanzado mucho pero desde ya que nosotros queremos avanzar un poco más hasta lograr una autodeterminación eficaz”, declaró Felipe.
¿Qué significa ser vasco? Emocionado y casi con un hilo de voz respondió: “Y… no sé que es. Es un sentimiento, una forma de vida”. ¿Es un orgullo para usted? “Eso seguro, desde ya”. Y enmudeció por el nudo en la garganta que no lo dejó continuar.
Tosió y se acomodó tratando de ocultar la emoción y explicó que el Centro Vasco es un lugar de reunión, de esparcimiento, de intercambio de ideas, una forma de vida también. “Me ha brindado mucho. Amigos, una forma de vida, contactos de todo tipo, la crianza de mis hijos; forma gran parte de nuestra vida el Centro Vasco, una gran parte”, terminó contando, sin reprimirse, con los ojos llorosos.
¿Se considera más vasco que argentino? “Si. No sé por qué; es algo que viene de adentro”. Y amplió: “Muchas veces creo que no es bueno eso, pero mi sentimiento es ese. Yo creo que a veces está mal porque soy argentino, nací en Argentina, tal vez debería sentirme más argentino, pero no es así”. Entre emoción y lagrimas remarcó: “No sé por qué”.
De cara al centenario del Zazpirak Bat, que se cumple el año que viene, Felipe Eyheraguibel reflexionó con respecto al funcionamiento de la institución y dijo que todas las cosas son perfectibles, como en todas las actividades de la vida. Hay cosas para mejorar y cosas en las cuales va a empeorar, de acuerdo a la visión de cada uno. “Yo creo que lo que tenemos que hacer es seguir pensando políticamente como se piensa, mantener la difusión del ser vasco, el por qué, hacer conocer la idiosincrasia de los vascos y por qué somos lo que somos y espero que para el centenario esto sea así y que continúe”, declaró este fanático.
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